Muchas son las historias que colman la vida de una persona. Nacimiento, primeros amigos, situaciones amorosas, superación de las adversidades... Todas ellas conforman la vida de una persona, pero yo me centraré en mi etapa como jugador de baloncesto.
Todo comenzó cuando me mudé a mi actual hogar. Cambié de ambiente, perdí el contacto con mis antiguos amigos. Un nuevo comienzo podría decirse. Y aquí es donde aparece el baloncesto.
Al principio solo era para pasar el tiempo y divertirme. Pasaron dos años, hasta que decidí enfocarme en el baloncesto tanto como en jugar a la Play, que en aquellos años jugaba horas y horas, hasta dejar los videojuegos prácticamente a un lado. En ese momento, cambié de equipo y conocí a muchas personas. Nos entendíamos perfectamente tanto fuera como dentro del campo. Y así, conocí a nuevos amigos con los que conviviría más de 10 años de vida (y ojalá que muchos más). Todo lo que recuerdo de esta etapa es una alegría inmensa, fueron mis mejores años en el mundo del baloncesto. Viajando a otras ciudades, conociendo a muchas otras personas de otros equipos, e incluso llegando a conocer a ídolos de la infancia, con los que jamás soñé tener tan cerca, a la vez que jugar con ellos. Esta foto simboliza nuestro último Campeonato de Andalucía juntos, con destino Albolote (Granada). Gracias a estos años descubrí que se puede confiar al cien por cien en las personas, ser yo mismo y disfrutar, aunque también aprender de otros cuando lo necesitabas.
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