Me encuentro con el paisaje, hay un idioma materno que te enseña a nombrar las cosas, hay un paisaje materno, con el que aprendes a ver el mundo. Luego conoces más lenguas y más paisajes y pueden ser más bonitos, pero ninguno te parece mejor. Éste es el espejo en el que me empecé a mirar cuando era pequeña "EL MAR".
Refleja la tranquilidad, serenidad y el relax que en definitiva me da ese espacio natural, propio de nuestra tierra Andalucía. Como bien se ve también están los niños por los que me desvivo cada día y me esfuerzo por aprender lo máximo que puedo para así poder llegar a ellos como hicieron conmigo en mi momento y aun están haciendo. Mi alma llena de vocación y ganas de superarme cada vez más. Por ellos a segur luchando.
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