lunes, 26 de octubre de 2015

Proyecto Comisarial

 María Isabel Verdasco Parra

 Ángela Leo Barragán

 Javier Pastor
 Beatriz Cañas Romero


Alegría y libertad. Digamos dos de las mejores sensaciones que una persona puede experimentar a lo largo de su vida. La mayor felicidad no es la que se compra, sino aquella que llega con lo más pequeño, lo más insignificante, pero que para cada uno de nosotros tiene un valor muy especial aunque muchos no lo entiendan. No más días tristes, pensé, ser feliz es lo único que debo ser. Vivamos en nuestro verano moral donde no hay lugar para el enfado. Lloremos... pero de la risa que sonreír es gratis. Dibujar una sonrisa para el mundo.

 María Teresa Cortés López

 Milagros de Herrera González

Y qué decir de todo aquello que hacemos día a día. Sí, estudios, más estudios y entre ellos un rato para liberarte, para ponerte en forma. Hablemos de ese lugar donde estamos sentados y que cada cierto tiempo nos consume una gran cantidad de tiempo. Momentos de sufrimiento, desgaste mental. Pero todo tiene un por qué, conseguir nuestros deseos futuros.
El deporte fue otro motivo quehacer diario que me trajo gran felicidad haciendo que en parte consiguiera liberarme de la vergüenza que me producía el relacionarme con otras personas, así como divertirme en el deporte que más quiero y querré que será el baloncesto.

 Pablo Muñoz

Por último, a todos (aunque nos cueste admitirlo) tenemos un niño interior que nos cuesta sacar. Yo lo hago a cada momento con todas las personas en las que confío sin perder nunca mi forma de ser. No tomo en cuenta lo malo que extraños digan de mí. Porque como siempre me digo a mi mismo: Recuerda quién eres.



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